DESCUBRE TODO ACERCA DE UNA CASA PASIVA
PassivHaus ¿Qué es? En esta sección trataremos de resolver cualquier duda acerca de las casas pasivas o Passivhaus
Descubre los cinco principios para la construcción de una casa pasiva.
PASSIVHAUS
PASSIVHAUS. Es la palabra alemana que significa «Casa Pasiva» en castellano.
Es un estándar de construcción moderno y muy eficiente energéticamente, confortable, rentable y sostenible. El estándar Passivhaus no es una marca comercial, sino un concepto de construcción internacional, estudiado y probado en la práctica con muchas casas construidas por todo el mundo, con más de 25 años de experiencia. Es el estándar de edificación más exigente y riguroso para la eficiencia energética.
DEFINICIÓN: (proporcionada por el Instituto Passivhaus).
Un edificio Passivhaus es un edificio en el cual el confort térmico (según la ISO 7730) se consigue mediante el calentamiento o enfriamiento del flujo de aire necesario para alcanzar la ventilación higiénica de sus ocupantes.
EDIFICIO DE CONSUMO DE ENERGÍA CASI NULO. (EECN. NEARLY ZERO ENERGY BUILDING. NZEB)
DEFINICIÓN: Es aquel edificio con un nivel de eficiencia energética muy alto, cuya cantidad de energía requerida muy baja o casi nula, debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energías de fuentes renovables.
Una casa Pasiva se encuentra dentro de la categoría de edificios de consumo de energía casi nulo y sobrepasa con creces estos requerimientos.
Para más información pueden visitar la web oficial del Passivhaus Institut en el siguiente enlace:
¿QUÉ ES?
Es un tipo de casa construida con unos sistemas de aislamiento y hermeticidad óptimos que reducen al mínimo el consumo de energía necesario para mantener una temperatura uniforme en toda la vivienda entre 19°C y 26°C, sin necesidad de calefacción ni aire acondicionado convencional, a la vez que se disfruta, las 24 horas al día, de aire fresco y limpio, sin necesidad de abrir las ventanas para ventilar la casa.
Una casa pasiva, se construye siguiendo 5 pilares básicos que son:
- Excelente aislamiento térmico muy grueso, muy superior al de una casa tradicional.
- Hermeticidad al aire en toda la envolvente térmica.
- Libre de puentes térmicos.
- Ventanas con doble o triple vidrio, según zonas.
- Sistema de renovación de aire con recuperador de calor.
Una vez que tenemos la envolvente de la casa construida según los 4 primeros requisitos entra en funcionamiento el sistema de renovación de aire con recuperador de calor que calienta o enfría el flujo de aire necesario de entrada a la casa para realizar la ventilación higiénica, manteniendo de manera uniforme en todas las estancias esta temperatura de confort.
El objetivo de una casa Pasiva es que la demanda de calefacción y refrigeración se reduzca tanto, que al final sea insignificante y pueda suministrarse solo a través del sistema de renovación de aire que siempre tiene que existir.
El principio básico de una casa Pasiva es la eficiencia energética y es una casa de muy bajo consumo de energía, confortable y sostenible, que le va a ahorrar dinero durante toda su vida.
Una casa Pasiva vista desde fuera no se diferencia de otras casas, y no hay un método constructivo determinado, puede hacerse de ladrillo, hormigón o madera, es de libre elección.
Se basa en una calidad de la envolvente de la casa notablemente mejor que una casa tradicional, muy superior a una casa con certificación energética A y además cuenta con un sistema de renovación de aire que nos proporciona aire fresco y expulsa el aire viciado, manteniendo todo el día el aire oxigenado.
No presenta requerimientos especiales para sus habitantes, sino que proporciona temperaturas superficiales uniformes en todas las estancias, sin corrientes de aire, con ventilación y elevado confort.
Los 5 principios
Principios en los que se basa la construcción de una casa pasiva
Una casa Pasiva empieza con un diseño bioclimático pensado para aprovechar al máximo la energía del sol y la luz natural durante el invierno y la minimización de la incidencia solar durante el verano.
Además, el estándar Passivhaus se basa en una calidad considerablemente mayor de la envolvente del edificio y de las instalaciones de ventilación. Para lograr una mayor eficiencia energética se deben seguir estos 5 principios básicos:
En una casa Pasiva el aislamiento es el primer pilar a tener en cuenta. Una envolvente con un aislamiento térmico muy bueno nos garantiza que el calor permanezca en el interior y es beneficioso tanto en invierno como en verano.
Lo habitual es que el grueso del aislamiento en los muros en contacto con el exterior sea de entre 20 y 30 cm. En la cubierta de entre 30 y 40 cm. Y en la cimentación de entre 15 y 30 cm. Aunque puede variar según la zona geográfica. Estas dimensiones son muy superiores a las de una vivienda normal.
Con estos gruesos de aislamiento se consigue que la entrada de frío y de calor al interior de la vivienda sea irrelevante, igual que la fuga de calor y frescor al exterior.
El objetivo es que la casa guarde el calor en invierno y el frescor en verano.
En una construcción convencional las corrientes de aire que se pueden dar a través de ventanas, huecos o grietas provocan incomodidad en el usuario, aumentan la demanda de calefacción o refrigeración y pueden causar condensaciones interiores durante los periodos más fríos del año. Entra demasiado aire o muy poco, no es suficiente para ventilar la casa y por eso es necesario abrir las ventanas para ventilarla.
Existen dos flujos de aire a través de la envolvente en una edificación:
- El flujo de aire que atraviesa la envolvente de fuera hacia dentro “infiltraciones”, causado por el viento exterior que produce infiltraciones de aire frío, corrientes de aire incómodas y conlleva un aumento de la demanda de energía para calefacción al reducir considerablemente el efecto del aislamiento.
- Y el flujo de aire cálido y húmedo de dentro hacia fuera “exfiltraciones” de la envolvente que se enfría y puede producir condensaciones, dando lugar a la entrada de humedad y moho en los elementos constructivos.
Por eso una envolvente hermética es fundamental para la casa, ya sea convencional o Pasiva, es un complemento obligado del aislamiento, porque la demanda de calefacción depende directamente de la hermeticidad del edificio y si es mala perjudica el efecto del aislamiento.
En una casa Pasiva se exigen construcciones herméticas para impedir los flujos de aire a través de la envolvente y proteger el edificio. Un edificio no debería “respirar”, en una casa Pasiva un sistema de ventilación de confort suministra a los habitantes el aire fresco necesario y conduce el aire viciado hacia el exterior
Un edificio hermético aumenta el confort de sus habitantes, hace menos ruido, ahorra energía, tiene mejor calidad del aire y evita condensaciones.
La hermeticidad de un edificio se mide mediante una prueba de presión de aire que detecta las infiltraciones de aire en el edificio y determina la tasa de intercambio de aire. Esta prueba consiste en crear una diferencia de presión entre el interior y el exterior a través de un ventilador colocado en la puerta principal. Esta prueba de presión se llama «Test de Blower Door».
Un puente térmico es aquella zona de la envolvente en la que por una razón u otra las propiedades térmicas se ven mermadas de una manera considerable respecto al resto de la fachada. Es un punto débil en el aislamiento de la envolvente térmica, y es un camino fácil de pérdida de energía desde el interior hacia el exterior sin tener que atravesar el aislamiento térmico, por donde se nos va el calor, por lo que puede tener una influencia considerable en las pérdidas totales del edificio
Se suelen encontrar en la cumbrera, en la unión de la cubierta con el muro, en el techo, en los zócalos, en el arranque de un muro desde la cimentación, en un pilar, en las penetraciones en la fachada, en las penetraciones de la estructura como en el caso de balcones o voladizos, juntas, esquinas, etc.
Además de las pérdidas de calor, los puentes térmicos provocan la disminución de la temperatura superficial interior lo que puede dar lugar a la aparición de moho y condensaciones.
El objetivo es conseguir un diseño Passivhaus libre de puentes térmicos. Esto quiere decir que los puentes térmicos deben reducirse lo máximo posible para evitar daños en el edificio y pérdidas de calor innecesarias. Para evitar puentes térmicos, el aislamiento de una casa Pasiva debe ser continuo en toda la envolvente
Una construcción puede llegar a ser libre de puentes térmicos.
En una casa Pasiva, las ventanas son herméticas, de doble o triple cristal y rellenas de un gas inerte. El vidrio es bajo emisivo para reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno y mantenerlo en el exterior durante el verano. Las carpinterías utilizadas tienen muy baja transmitancia térmica y las ventanas quedan selladas herméticamente.
Las ventanas juegan un papel importante en el confort térmico de la vivienda ya que una ventana que no cumpla con los requisitos de transmitancia exigidos por Passivhaus, puede dejar pasar el frío a la estancia afectando al confort térmico.
En una vivienda Pasiva las ventanas requieren de una consideración especial durante su diseño, planificación e instalación. Una ventana mal instalada puede ser un puente térmico.
Es el pilar más importante para conseguir el confort de la vivienda.
El sistema de renovación de aire en una casa Pasiva funciona de la siguiente forma: se impulsa aire fresco a los dormitorios, comedor y salón, y se extrae el aire viciado desde la cocina y baños. El calor contenido en el aire de extracción se transfiere al aire fresco entrante a través de un intercambiador de calor antes de expulsarlo al exterior. El aire de extracción no se mezcla con el aire de impulsión y puede recuperarse hasta el 90% del calor del aire de extracción.
La demanda de calefacción en una casa Pasiva es tan pequeña que es posible utilizar el sistema de ventilación simultáneamente para la distribución de calor. Los dispositivos de calentamiento calientan el aire fresco que se suministra a las habitaciones.
La demanda de calefacción se podría cubrir con una pequeña estufa o calentador sin necesidad de un sistema convencional de radiadores o suelo radiante. De este modo, conseguimos más superficie útil en la vivienda.
El aire de entrada a la casa impulsado por el sistema de renovación de aire pasa por unos filtros que eliminan los contaminantes del aire exterior, como polen, particulas finas y bacterias, en función del filtro elegido. Actualmente sufrimos elevados niveles de contaminación, sobre todo por el tráfico rodado y la calidad del aire exterior a veces es incluso peor que la del interior, por lo que es imprescindible filtrar el aire que respiramos en los espacios interiores para tener una calidad del aire adecuada.
Además para los asmáticos y los alérgicos al polen, el aire filtrado es fundamental y permite reducir al mínimo en casa la exposición al alérgeno en cuestión. Sin contar que dicho filtrado, reduce la cantidad de entrada de polvo en el interior al mínimo, por lo que los alérgicos a los ácaros también se ven beneficiados.
Simultáneamente a la entrada de aire fresco a la casa se produce la expulsión del aire viciado cargado de CO2 y de contaminantes emitidos en el interior. Los espacios interiores pueden estar hasta 7 veces más contaminados que el ambiente exterior. Cuando permanecemos mucho tiempo en el interior sin abrir las ventanas (como, por ejemplo, en los dormitorios en invierno), se alcanzan picos de concentración de CO2 indeseables. Esto a veces es la causa de levantarse por la mañana con la sensación de no haber dormido bien o no haber descansado. Por lo tanto la expulsión de este aire nos asegura la evacuación de estos contaminantes.
Y por último en una casa Pasiva NO ES NECESARIO ABRIR LAS VENTANAS PARA VENTILAR LA CASA, por todo lo dicho anteriormente y porque al abrir las ventanas, además de los contaminantes también entra polvo que después habrá que limpiar.
Una casa Pasiva no solo proporciona ahorro energético y confort, también nos da salud y bienestar al disfrutar de una calidad de aire superior a lo largo de muchos años.