Ahorro energético
Beneficio para su economía y para el medio ambiente.
El primer objetivo de una casa Pasiva es que casi no consuma energía, consiguiendo así un gran ahorro en la factura energética, “la energía más barata es la que no se gasta”. Según los datos del Passivhaus Institut, las casas pasivas consumen hasta un 90% menos de energía que una casa convencional.
Confort
Un hogar pensado para brindar confort
El confort se consigue con una temperatura estable (entre los 19°C y los 26°C, con una humedad relativa entre el 40% y el 65%), agradable, homogénea y estable en todas las estancias, sin superficies como paredes, suelos o ventanas que irradien frío o calor que producen malestar.
Esto se alcanza con un buen aislamiento que evita que el calor o el frío entren en la vivienda. Además, debe tener una humedad relativa adecuada, ni demasiado seco ni demasiado húmedo, sin corrientes de aire, mediante la hermeticidad y la ausencia de puentes térmicos y también con el aislamiento acústico que le hará sentirse libre de ruidos molestos.
El confort térmico y acústico ayuda al bienestar general, relajación y concentración, libera estrés y facilita un sueño de calidad.
Calidad del aire
Mejora tu sueño y tu salud
La calidad del aire es el gran éxito del sistema de renovación de aire pues introduce a la vivienda aire fresco, filtrado, sin polvo, polen o suciedad y extrae el CO2, los gases tóxicos, los (COVs) Componentes Orgánicos Volátiles como pegamentos, disolventes o pinturas, igualmente nocivos para la salud y evita la acumulación de olores.
Este sistema proporciona a sus habitantes un descanso nocturno inmejorable al respirar aire oxigenado toda la noche en lugar de aire viciado. Es un ambiente idóneo para personas con alergias, asma y problemas respiratorios en general.
También mantiene una humedad relativa adecuada dentro de los parámetros considerados óptimos.
La calidad del aire de las viviendas de EcoCasa Pasiva
El sistema de ventilación continuo es básico para asegurar un caudal suficiente de aire que garantice la evacuación del CO2, los gases tóxicos, los contaminantes emitidos en el interior y evita la acumulación de olores. No hay que olvidar que los espacios interiores de los edificios suelen estar hasta 7 veces más contaminados que el ambiente exterior, y que, cuando permanecemos mucho tiempo en el interior sin abrir las ventanas (como, por ejemplo, cuando dormimos en invierno), se alcanzan picos de concentración de CO2 indeseables. Por lo tanto, la renovación constante del aire nos asegura la evacuación de estos contaminantes.
Por otro lado, Passivhaus añade a ese flujo de aire continuo, la recuperación de calor del aire viciado antes de su expulsión mediante un recuperador de calor que “traslada” gran parte del calor (del aire a expulsar) al aire exterior que introducimos en el interior, evitando que se pierda energía innecesariamente.
Pero… ¿Y que pasa cuando abrimos las ventanas o ventilamos si la calidad del aire exterior es incluso peor que la del interior? Que estamos introduciendo contaminantes en casa sin control alguno, cuando en realidad existe una fácil solución…
El sistema de recuperación de calor incorpora filtros de aire que pueden llegar a filtrar grandes cantidades de contaminantes en función del filtro elegido.
En estos tiempos, en los que las ciudades sufren elevados niveles de contaminación, sobre todo por el tráfico rodado, es un requisito indispensable filtrar el aire que respiramos en los espacios interiores para tener una calidad de aire adecuada.
Rentabilidad
Beneficios y rentabilidad con una casa pasiva
Una casa Pasiva con certificación Passivhaus garantiza que está construida bajo sus estándares de calidad y que su demanda de calefacción es igual o inferior a 15 KWh/m2, y la misma demanda para refrigeración.
El coste de construcción de una casa Pasiva puede ser de entre un 10% a un 15% mayor que el de una casa convencional, pero el ahorro energético será de hasta un 90%. El coste total de una casa Pasiva (coste de construcción menos el ahorro energético) medido a 30 años como mucho, es inferior al de una casa convencional.
El Consumo energético muy bajo hace que nos libremos de la “hipoteca energética” y de que no nos preocupemos más por el consumo de energía ni por las futuras subidas del precio de estas.
El gasto mensual será muy bajo y predecible, sin sustos en los meses de invierno o verano, porque aún en casos de aumentos del precio de la luz, su repercusión en una casa Pasiva es insignificante.
Valor añadido.
Además del ahorro energético, una casa Pasiva nos proporciona un ambiente cómodo, temperatura de confort, calidad del aire y ausencia de ruidos.
Una casa Pasiva es una inversión de futuro porque, aunque cueste más, el sobre coste se recuperará a medio plazo, gracias al ahorro energético que nos proporcionará durante los años que disfrutemos de la casa, además es una vivienda que por sí sola sube de valor cada día al margen de las fluctuaciones de la inflación. Son viviendas que mantienen su valor durante toda su vida útil.